Cuando la gente es amiga de los matrimonios, tarde o temprano se producen discordias. Aún así, cuantas más personas hay, más discusiones y descontentos hay.
Una vez, un amigo mío me contó cómo celebraban el año nuevo con otra familia. Solían celebrarlo las tres familias juntas en la casa de una de ellas, pero una se negó el año pasado y decidió ir a la dacha de sus padres.
Así que las dos familias decidieron que pasarían parte del tiempo en la casa de una familia y parte en la de su amigo. En general, la mesa se puso a expensas de los amigos, compraron bebidas, todo lo que necesitaban. Dijeron los amigos, que antes de la apertura del árbol de Navidad se sentarán en su casa, y luego en la de un amigo.
Bueno, todos se reunieron, y se llevaron a los niños. Se sentaron hasta las 12 y aquí amigas miran, que los propietarios comienzan a recoger los platos y ocultar la comida en la nevera. Al principio no entendían lo que pasaba, pero cuando sacaron el aspirador, todo se aclaró. Fue un indicio de que era el momento de que todos abandonaran la casa. No es decente, ¿verdad?
Lo interesante es que cuando después del árbol de Navidad todos llegaron a la casa de un amigo, nadie tenía prisa por irse a casa. Se sentaron hasta la mañana, comieron, bebieron y planearon quedarse un día más. Bueno, la aspiradora podría haber ayudado a su amigo, pero simplemente no la educación, no podía echar así.