Cuando mi marido y yo aún éramos novios, no podía estar más contenta de la suerte que tenía de tener un novio y más tarde un marido. Si hubiera sabido que era sólo temporal. Tras cinco años de matrimonio, mi marido se convirtió en una persona completamente fría y distante.
No ayudaba en la casa ni con los niños, no tenía palabras cálidas. Sólo reproches y exigencias. Llego a casa tarde del trabajo y escucho toda una perorata sobre lo mala esposa que soy, porque la comida no está cocinada para él, la ropa no está lavada.
Y no importa que él trabaje mucho menos que yo y llegue temprano a casa. Podría haber cocinado la comida, y haber hecho las tareas con los niños. Pero no, todo lo tengo que hacer yo. Hace poco fue nuestro aniversario. Ni siquiera me regaló una flor, a pesar de que le hice una sorpresa. Y hasta armó un escándalo por haber reorganizado la sopa. Bueno, ¿estas relaciones no tienen futuro?