Alice no pudo descansar este fin de semana. Su marido le dijo que sus padres echaban de menos a su nieto, así que el sábado por la mañana la mujer tuvo que ir con sus suegros a la casa de campo, en lugar del parque de atracciones al que quería ir su hijo de cuatro años, tuvo que divertirse en el jardín.
Cabe destacar que el propio Felipe no fue a ver a sus padres, le lanzaron inesperadamente un pedido urgente, y dijo que no se podía rechazar a este cliente con dinero.
– Tienes que entender que una vez que dices que no, no volverán. Así que no te enfades ni te enojes, la semana que viene nos iremos de paseo todos juntos.
– El próximo fin de semana no podemos, ya te dije que nuestro director decidió hacer una gran celebración en honor al 20 aniversario de la empresa, será algo así como un evento de team-building en un sábado en el campo organizado con un estricto requisito de asistencia.
– En una semana, entonces. Puedes ir ahora, porque todo el mundo saldrá de la ciudad hacia el campo, y te quedarás atascado en el tráfico y no llegarás hasta la hora de comer.
Alice asintió y, aunque sin muchas ganas, recogió a su hijo y siguió su camino. En contra de los recelos, el atasco no fue muy grande y pronto llegaron a su destino. Como la mujer sospechaba, no fue muy bien recibida.
Tras el primer abrazo, el nieto fue rápidamente dejado solo por su suegro y su suegra. Sin embargo, no quiso reñir en absoluto, porque, de hecho, a Alice no le quedaban parientes.
Sus padres murieron cuando su nieto tenía un año, y ahora la mujer intenta que el niño no se sienta privado de la compañía de los mayores. Así que se cambió de ropa en silencio, cogió los guantes que había traído de casa y se fue a trabajar.
La suegra le dijo a su nuera el frente del trabajo:
– Ahora se cavarán las patatas, luego se escardarán las cebollas y las zanahorias, porque mi espalda no se dobla. Y luego estás libre hasta la tarde, puedes correr al barranco, creo que las fresas estarán maduras allí. Ahora me ocuparé de la cena, ¡el bebé ha perdido mucho peso!
Después de esto la suegra sacudió tristemente la cabeza y entró. Hijo en virtud de su trabajo de la juventud no se esfuerzan, pero Alice tuvo varias veces para lanzar la azada, tire hacia abajo en los guantes de ejecución y se apresuran a los gritos del bebé.
Afortunadamente, y correr no estaba lejos y las razones para el descontento del niño no son terribles para su salud: una vez que accidentalmente derribado el perro de un vecino que vino a charlar con su madre-en-ley, el segundo – que estaba asustado por una serpiente que se arrastra.
Alice le pidió a su suegra:
– ¡Por favor, no dejes al niño sin supervisión!
– ¿Qué eres, por supuesto, me di la vuelta, y ya está gritando. Y en general, hay un abuelo que anda por ahí, además – la mujer pasó a la ofensiva. – ¡No hay necesidad de criar a un hijo de mamá!
