Mi hermana mayor, María, tiene 35 años. Es una verdadera mujer de carrera, y una belleza no escrita.
Resulta que mi marido y yo nos quedamos en casa por la cuarentena. Así lo hicimos, y nos quedamos sin dinero.
María tenía ya 60 años. Ya era hora de jubilarse, pero no tenía prisa. Ese día terminó su turno, se cambió
– Y yo digo que vayas”, insistió el gran cuervo. – Ve, te digo. Conozco a la gente.
Los padres del novio examinaron a la novia con ojo crítico y la invitaron a la mesa. Las preguntas se
Jack se quedó allí llorando. Tenía hambre. También estaba muy húmedo y, por tanto, tenía frío.
– ¡Deberías haber sentido pena por ti mismo! Abandonada con tres niños, en una choza destartalada.
– Realmente quiero un espadín, hijo. ¿Los comprarás? – ¿Para qué? Hay un plato entero de
My grandmother lives in a small studio apartment. Because she lives alone, I advised her to find a good
La conversación con un compañero de viaje al azar en el tren comenzó como de costumbre sobre nada.